domingo, 19 de junio de 2011

LA CÚPULA de STEPHEN KING

Después de un tiempo de desintoxicación de este género literario que tanto nos gusta, pero del que de vez en cuando hay que saber apartarse una temporada para volver a cogerlo con fuerza renovada, volvemos con una enorme novela del maestro Stephen King: La Cúpula.
King nos tiene acostumbrados a libros extensos, pero este es sin duda el mas largo que al menos yo, he leído de él.

1.132 páginas dan para mucho...
Todo empieza con algo tan simple y a la vez tan aterrador cono que una cúpula de un material desconocido por el ser humano, e irrompible, cubre Chester's Mills, una pequeña localidad americana.



Conoceremos a un buen puñado de los habitantes de este lugar tan especial, y como casi de un día para otro, el segundo del alcalde Andy Sanders (cabecilla real del pueblo desde hace tiempo), el malísimo, pero más católico que el Papa, Big Jim Rennie, convierte Chester's Mill en un estado policial, aprovechándose de que allí nadie puede entrar para acabar con sus malévolos planes.... ¡o casi nadie!, porque dentro está el ex-militar Dale Bárbara (Barbie para los amigos) actual cocinero de una cafetería del pueblo, y persona que el mismísimo Presidente del Gobierno de los Estados Unidos a ordenado, sea el encargado de intentar mandar en el pueblo mientras el ejército colecciona fracasos y esa cúpula extraña, tal vez extraterrestre, no cede y a penas deja pasar aire al interior.


Personalmente he disfrutado bastante con este libro. Como cabía esperar en un libro tan largo, en las 300 primeras páginas suceden acontecimientos, pero basicamente sirven para que el lector se vaya, familiarizando con los personajes, y vaya metiéndose más en la piel de los buenos y empiece a cogerle un poco de tirria a los malos, que los hay y mucho.


Por su larga extensión no es un libro recomendable para gente que no esté acostumbrada a leer, pero para el resto, que no les intimide su tamaño, porque en ningún momento se hace pesado y verás como irás pasando páginas de la manera más natural del mundo.


Enhorabuena por este, Stevie.