Todo lo bueno que se pueda decir de este clásico es poco.
Publicada en 1897, fue el principio del personaje de Drácula. A partir de ahí, muchas cosas se han escrito y rodado sobre éste ¿entrañable? ser.
Para muchos la mejor novela de toda la historia. Ahí queda eso.
El joven abogado Jonathan Harker, viaja a Transilvania para cerrar una compra de unas propiedades en Londres de un tal Conde Drácula.
Una vez allí, Jonathan se queda en la casa del Conde y en un principio todo transcurre con normalidad, pero a medida que pasan los días, el abogado se da cuenta que el tipo en cuestión no es del todo normal... sobre todo cuando le hace prisionero en el castillo.