Pero Nicolás Casariego ha querido ir mas lejos y ha introducido una serie de matices que convierten este relato en algo realmente terrorífico.
Escrita con textos sencillos y entretenidos que no pretenden ir mas allá que contar una historia de terror. ¡Y demonios, lo consigue!.
Puede que uno ya tenga una edad y sea perro viejo en este campo, pero después de leer esta novela, voy a ir a la habitación de mi hija, voy a tapiar su ventana y el armario va a ir directo a la basura.
Mia es una adolescente londinense que un día encuentra una hoja de papel con una historia de terror inacabada que trata sobre Carahueca, un ser que quiere ser como los niños para que todo el mundo le quiera. Para ello, Carahueca le quiere quitar la cara a algún pequeño.
Pronto la niña se dará cuenta que Carahueca es mucho mas que un personaje de ficción.
Mientras tanto en un barrio humilde de Madrid, el pequeño Juan, un niño de siete años con mucha imaginación que vive con su madre, empieza a sufrir pesadillas en las que un extraño individuo sin rostro le quiere quitar el suyo. Poco a poco este terror va calando en su madre y esta empieza a creer en ese ser... que por cierto, se llama Carahueca.
