Terrorífica historia la que nos acontece en esta entrada.
H. P. Lovecraft está considerado junto a Poe lo más dentro del relato de terror, y con razón. El Horror de Dunwich (1928), aparte de ser una lectura de esas que gozas, es escalofriante y a mí personalmente me ha dejado un muy buen sabor de boca.
Si os ponéis a ello (cosa que recomiendo fervientemente), os aconsejo la edición de la editorial Libros del Zorro Rojo, con ilustraciones de Santiago Caruso. Lo podeis comprar en su Web a 18,90 € (y no, no me llevo comisión ni nada por el estilo), ¡o buscar en la biblioteca!. Sencillamente un lujo.
La familia Whateley es conocida en Dunwich por sus historias escabrosas y sus miembros peculiares. Aun así, el nacimiento de Wilbur pasa bastante desapercibido hasta que todos se percatan que en pocos meses crece de una manera nunca vista.
La brujería y el apellido Whateley siempre habían estado unidos. Ésto sumado al tamaño del vástago de la deforme Lavinia Whateley, que el viejo Whateley (abuelo del chico) no deja de comprar cabezas de ganado desmesuradamente (que luego desaparecen), y no dejan de ampliar la casa donde viven aun horroriza más a la gente de Dunwich.
El bibliotecario de la Universidad de Miskatonic Henry Armitage, junto al Doctor Francis Morgan y al profesor Warren Rice se verán obligados a pelear contra algo que ni siquiera se imaginan.
